La historia alterna entre la tragedia y la farsa, pero cuando esta última se vuelve frecuente, significa que estamos al final de una era.
La mayor democracia de Oriente Medio, sea lo que sea que eso signifique (quizás quiere decir que mata a gran escala, con mayor impunidad que otras), extermina a casi 70.000 palestinos en represalia por la (re)acción de Hamás, que había matado a aproximadamente 1.200. No me gusta Hamás en absoluto; me gustaría señalar que apoyó el derrocamiento de Gadafi, haciéndole el juego a Occidente.
Sin embargo, la proporción de muertes haría envidiar a los nazis, incapaces de tal crueldad. Continua